La Colección Cuadernos de Cine y Juan Manuel Torres
El 8 de julio de 1960 se creó la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México con la donación, por el productor Manuel Barbachano Ponce, de copias en 16 mm de sus películas Raíces (1953) y Torero (1956), dirigidas respectivamente por Benito Alazraki y Carlos Velo. El promotor de esa fundación había sido Manuel González Casanova, quien desde mediados de los cincuenta impulsaba el cineclubismo y contó, a partir de su designación como director de la Filmoteca, con un instrumento institucional para desarrollar la búsqueda, conservación, restauración y difusión de películas, y poco después también la enseñanza del oficio con la creación del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos. Además, González Casanova lanzó la Colección Cuadernos de Cine, destinada a satisfacer las necesidades de información de un creciente grupo de lectores interesado en cintas, cineastas, corrientes o movimientos desde una perspectiva cultural.
En 1962 aparecieron las cinco primeras entregas de esa colección. Exceptuando el folleto J.A. Bardem, en el que se recopilaban datos periodísticos, entrevistas y un fragmento del guion de una cinta del realizador español, las otras cuatro eran fruto de investigaciones originales acerca de asuntos que nadie había hasta entonces tratado con profundidad en México. Impresos en buen papel y en formato pequeño (13 por 19 cm), esos libros que incluían numerosas imágenes y documentadas filmografías comenzaron a nutrir –acompañados a partir de 1963 por los de la Colección Cine Club de Editorial ERA– una estimulante cultura relativa al séptimo arte que resultaba por completo novedosa en un medio en el que hasta entonces se consumían sobre todo los los productos fotográficos y periodísticos destinados a promover el sistema de estrellas.
Junto a las obras de Nancy Cárdenas, Eduardo Lizalde y José de la Colina sobre realizadores activos de las cinematografías polaca, italiana y mexicana, sorprendió la incorporación en los primeros Cuadernos de Cine de un breve texto de Juan Manuel Torres sobre las divas Francesca Bertini, Lyda Borelli, Pina Menichelli y María Jacobini, quienes habían constituido uno de los primeros conjuntos estelares al encarnar a las heroínas o a las vampiresas de una gran cantidad de películas italianas de la década de los diez. Este volumen inició, de hecho, una de las vertientes de la colección, en la que con el correr de los años y en un movimiento paralelo al que ocurría en la Filmoteca con el rescate de cintas en celuloide, se volverían a publicar crónicas olvidadas de Alfonso Reyes, Xavier Villaurrutia y otros escritores, o se recrearían la vida del Salón Rojo capitalino y el periodo en el que llegaron al país el vitascopio Edison y el cinematógrafo Lumière. Durante más de tres lustros, la Colección Cuadernos de Cine llegaría a lanzar 29 títulos bajo la dirección de González Casanova, y aún aparecerían en los años ochenta unos pocos más con otros editores y enfoques.





Juan Manuel Torres nació en Minatitlán, Veracruz, en 1938. En la adolescencia se trasladó a la Ciudad de México, donde estudió la preparatoria, ingresó a la universidad e hizo amistad con los escritores José Carlos Becerra y Sergio Pitol, así como con los cinéfilos que fundaron en 1961 el grupo (y la revista) Nuevo Cine. De entonces data el interés que lo llevó a publicar Las divas y, poco más adelante, a obtener una beca para estudiar en la Escuela de Cine de Lodz, Polonia. Permaneció en esa ciudad seis años, durante los cuales se formó como guionista y director. Simultáneamente, escribía ficciones y traducía a narradores polacos. Cuando regresó a México publicó el libro de relatos El viaje (1969) y la novela Didascalias (1970), pero se dedicó ante todo a la práctica de la televisión y el cine. Entre sus películas destacaron cuatro interpretadas por Meche Carreño, entonces su pareja: La otra virginidad (1974), La vida cambia (1975), El mar (1976) y La mujer perfecta (1978). En marzo de 1980, el escritor y cineasta murió tras un accidente automovilístico ocurrido en la Ciudad de México. Tenía 42 años.
Con el agradecible propósito de rescatar la figura de Juan Manuel Torres, José Luis Nogales Baena y Mónica Braun impulsan la publicación de sus obras completas en la Editorial Nieve de Chamoy. Hasta ahora han aparecido dos volúmenes, coeditados por el gobierno del Estado de Veracruz y la Universidad Veracruzana. El primero salió en 2020 con los cuentos y relatos de Torres, y el segundo en 2021 con sus traducciones de Bruno Shulz y Witold Gombrowicz, y su correspondencia dirigida, sobre todo, a Sergio Pitol. Los dos volúmenes, muy bien cuidados y bellamente diseñados, incluyen estudios, testimonios, fotografías, índices… Se anuncian otros dos, uno dedicado a la novela Didascalias y el otro al cine, que resultarán sin duda, como los ya publicados, de imprescindible y placentera consulta.