De libros y algunas personas que no pueden vivir sin ellos

Los rollos del Mar Muerto, de Yigael Yadin

Uno de los libros de la biblioteca de mi padre es Los rollos del Mar Muerto, de Yigael Yadin, publicado por Editorial Israel de Buenos Aires en 1959 y comprado, como consta por un cromo adherido en su primera página, en la Librería Cervantes de la ciudad de Guatemala. El autor, eminente arqueólogo e hijo de Eleazar L. Sukenik, uno de los eruditos que comenzaron a develar la importancia de los textos hallados en las cuevas de Qumrán (Palestina), hace un excelente resumen de lo relativo a ese trascendente acontecimiento, desde el azaroso hallazgo de los primeros rollos escritos sobre piel de animal y ocultos en tinajas de barro en 1947, hasta el momento de la escritura del libro, diez años después.

Entre lo descubierto en Qumrán destacó desde el principio un manuscrito con el bíblico Libro de Isaías, que pudo fecharse alrededor de un siglo antes de nuestra era y que fue copiado de otra fuente, escribe el autor, “sólo unos 600 años después de haber sido pronunciadas las palabras por el profeta mismo” (p. 91). El llamado Gran Rollo de Isaías es notable no únicamente por ser uno de los más largos y mejor conservados pergaminos exhumados, sino también porque es mucho más antiguo que la primera traducción griega de la Biblia (hecha a fines del siglo III d.C.) y unos mil años previo a los textos bíblicos hasta entonces conocidos en hebreo (de fines del siglo IX d.C.). Han llegado a nuestros días objetos metálicos arcaicos que tienen inscritas bendiciones y otras breves citas del Antiguo Testamento, pero este manuscrito sigue siendo la pieza completa más antigua que sobrevive de las tres religiones occidentales del Libro.  

Otro de los textos encontrados en 1947 en Qumrán era el titulado Rollo de la Guerra, también conocido como “Guerra de los Hijos de la Luz contra los Hijos de la Oscuridad”. Como explica Yadin, “se trata de un libro desconocido hasta ahora; no hay ninguno que se le parezca en la literatura judía o cristiana” (p. 139). Escrito en hebreo poco antes (o poco después) de la vida de Jesús, se trata de una obra emparentada con las revelaciones apocalípticas por su irreductible dualismo y la predicción de acontecimientos futuros, mientras que, por su descripción de equipamientos y maniobras militares, que incluyen incluso edades y rangos de los combatientes, también tiene un aire de familia con los tratados militares romanos. Yadin escribe que el autor, quien obviamente se consideraba a sí mismo como uno de los defensores de la Luz, sostenía que éstos debían instruirse en las prácticas bélicas para hacer uso ventajoso de ellas, pues “la guerra se llevará a cabo (…) en el día señalado de antemano por Dios, y (…) sólo los Hijos de la Luz que acaten todas las reglas especificadas (…) participarán del lado justo. Si se mantienen puros en ese sentido, entonces Dios les dará finalmente la victoria.” (p. 141)

Los arquitectos Armand Phillip Bartos y Frederick John Kiesler construyeron en Jerusalén el Santuario del Libro, una sección del Museo de Israel destinada, sobre todo, a resguardar los rollos del Mar Muerto. Y en efecto la mayor parte de los hallazgos de Qumrán se encuentran en sus bóvedas, aunque existen algunas piezas sueltas en otros archivos, así como falsificaciones hechas en el siglo XX que han alcanzado a compradores desprevenidos de instituciones tan importantes como el Museo de la Biblia en la capital estadunidense. El edificio del Santuario del Libro, inaugurado en 1965, se inspira parcialmente por el contenido del Rollo de la Guerra al evocar la siempre actualizable lucha entre la claridad y la oscuridad enfrentando en el espacio a una graciosa cúpula blanca –bajo la que se encuentra la estructura principal subterránea con su enorme archivo y su sala de exhibiciones–, con un rígido muro de basalto negro, que por cierto tal vez fue una de las fuentes de inspiración visual de Stanley Kubrick para el monolito que aparece en 2001, odisea del espacio (1968).

Invitado por Julio Bottom, la Asociación Mexicana de Amigos de la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Secretaría de Relaciones Exteriores, en 2005 tuve el privilegio de impartir la Cátedra “Rosario Castellanos” en ese centro educativo. Durante el tiempo que pasé en la tres veces milenaria ciudad, fui amistosamente conducido en mi descubrimiento de sus múltiples estratos, aspectos y secretos por Ruth y Jonathan Fine, Leonardo Senkel, Javier de la Puerta, Yohanan Bar Yafe, Aldina Quintana, José Benarroch, David Benabib, Leonardo Cohen, Hugo Villanueva y otros amables colegas. Recuerdo con emoción las visitas al Santo Sepulcro, con sus grutas subterráneas y su gran profusión de formas, olores y colores; al Muro de los Lamentos, con su recinto anexo dedicado al rezo y en el que se respira una fe acumulada durante muchas generaciones; al Monte de los Olivos, con su decena de recintos cristianos que se escalonan hasta culminar en la construcción románica que resguarda la piedra desde donde se dice que Jesús se elevó al cielo; a la bella y recogida sinagoga del museo italiano, la imponente mezquita de Omar (por fuera) y la simpática iglesia etíope de aire naif; al canal de Zacarías en la Ciudad de David; a las colinas boscosas donde se encuentra el monumento en forma de piano dedicado a la memoria de Arthur Rubinstein; al antiquísimo cementerio judío; al corazón populoso de la Ciudad Vieja, con sus callejuelas, comercios y puestos que ofrecen la deliciosa comida del Medio Oriente; a los cafés con sus infusiones de menta; a las librerías de viejo y las tiendas de antigüedades; a los museos; a las salas de espectáculos; a los parques…  y también al Santuario del Libro. De entonces son las siguientes fotos.

Un proyecto en curso del Museo de Israel ha hecho accesibles de forma digital cinco de los primeros rollos encontrados en Qumrán, entre ellos los mencionados más arriba. El Gran Rollo de Isaías incluye además un instrumento interactivo que muestra la traducción por expertos de sus versículos al inglés. De placentera e inaplazable consulta.

Xochitepec, 15 de mayo de 2020

Vínculos utilizados:

https://es.wikipedia.org/wiki/Yigael_Yadin

https://es.wikipedia.org/wiki/Santuario_del_Libro

https://www.nationalgeographic.es/historia/2020/03/manuscritos-mar-muerto-museo-de-la-biblia-washington-falsificaciones

http://dss.collections.imj.org.il/

Publicado por angelmiquelrendon

Nací en Torreón, Coahuila, México, en 1957. Soy historiador del cine y escritor. Trabajo en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: