De libros y algunas personas que no pueden vivir sin ellos

Grimorios y crisolines Año: 1985. Lugar: Buenos Aires o, más específicamente, un edificio del barrio de San Isidro donde vivían Elizabeth Alexander y Ricardo Lucotti, quienes entonces eran mis suegros. Una anciana vecina suya, llamada Azucena, me contó algo que me hizo desear escribir una novela en el centro de la cual estaba un grimorio,Sigue leyendo «De libros y algunas personas que no pueden vivir sin ellos»